Ya sea por la alta contaminación o por el alto precio de la energía en España, cada vez tenemos más conciencia acerca de lo importante que es reducir el consumo energético en nuestra vivienda, aunque sea para ahorrar en las facturas de energía.
Muchas veces, cuando pensamos en ahorrar energía, nos centramos en reducir nuestras facturas de electricidad y gas natural. Sin embargo, reducir el precio de nuestras tarifas no conlleva un ahorro en el consumo, es solo una tirita para la herida. Uno de los aspectos más importantes a la hora de reducir el consumo energético de una vivienda es el aislamiento. Vamos a contarte las ventajas de la mejora de este aspecto de tu vivienda.
Aislamiento térmico en tu vivienda
La función de aislamiento térmico la lleva a cabo un material o sistema diseñado para diferentes funciones. Puede pasar que un muro de carga que en un edificio cumpla los requisitos de aislamiento térmico total, en otro sea simplemente un elemento adicional para dicho aislamiento.
Debido a la importancia del aislamiento, existen normas como el Código Técnico de la Edificación (CTE) o el Reglamento de las Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) las cuales afirman la obligación de cumplir una serie de requisitos mínimos de eficiencia energética, ya sea en una vivienda nueva como en una a rehabilitar.
A nivel industrial, el aislamiento se usa para evitar que se produzca una transferencia de temperatura que se convierta en un obstáculo para los procesos donde no pueden existir este tipo de transferencias. Además, si este aislamiento no es correcto, se pueden producir altas temperaturas que provoquen accidentes o riesgos contra la salud.
Ventajas de la mejora del aislamiento térmico en una vivienda
Reducción del consumo de energía
Es la principal ventaja, y la razón de que el aislamiento tenga tantas normativas asociadas. Un buen aislamiento hace que la temperatura del interior sea más estable y se den menos pérdidas de calor o frío a través de la envolvente. Si la temperatura es más estable, gastaremos menos en climatizarla.
El ahorro de energía derivado del aislamiento va a depender de si éste se encuentra en toda la envolvente o sólo en las partes importantes. Gracias a este aislamiento podemos ahorrar hasta un 60% en climatización en una vivienda normal y hasta un 90% en una Passivhaus.
Ahorro económico en la factura de energía
Obviamente, si se consume menos energía en climatización, podremos reducir nuestras facturas de energía.
Climatizar una vivienda supone el 40% de nuestra factura por lo que es algo muy importante conseguir reducir el gasto en este aspecto.
Aislamiento acústico
Un buen aislamiento térmico, en función del material usado, también sirve como aislamiento acústico. Gracias a ello se reducen los ruidos procedentes del exterior y del interior de las viviendas.
Mayor comodidad en la vivienda
Una habitación ya no se enfría o calienta de manera tan rápida y la temperatura se mantiene más estable (tanto respecto al exterior como entre las diferentes estancias), lo cual aumenta la comodidad y confort en nuestro hogar.
Obligatorio en una Passivhaus
El correcto aislamiento térmico es obligatorio para que se pueda considerar que una vivienda es una Passivhaus.
Las viviendas pasivas suelen tener un aislamiento térmico con dos o tres veces más espesor que en las viviendas convencionales.
Reducción de las humedades
La falta de un buen aislamiento térmico puede producir humedades en la cara interna de la fachada o medianeras. Mejorar este aspecto reducirá las humedades.
Revaloriza la vivienda
Puede que no busques vender tu vivienda, pero un buen aislamiento térmico hace que aumente el precio de venta de nuestro hogar.
La inversión se recupera rápido
Mejorar el aislamiento es algo que conlleva un coste pero, gracias al ahorro que conlleva, podremos recuperar la inversión en unos dos o tres años. Una rehabilitación térmica media que incluya toda la envolvente puede amortizarse en unos cinco o siete años.
Sostenibilidad
Reducir el consumo de energía hace que la contaminación emitida también se reduzca.